Libros para el confinamiento (I): Todo lo que no te conté, de Celeste Ng

Una buena primera frase siempre es importante. Lo es en todo, desde los famosos elevator pitches, esas conversaciones de ascensor en las que alguien tiene que venderse en un espacio de tiempo muy reducido, hasta obras magnas de la literatura. ¿Quién no recuerda el quijotesco En un lugar de La Mancha…? ¿Si alguien dice que la heroica ciudad dormía la siesta no os recuerda La Regenta? Pues el comienzo de Todo lo que no te conté, de Celeste Ng, entra en esa categoría:

Lydia está muerta. Pero esto aún no lo saben.

Lo que podría parecer una novela negra, gracias a la brillante narrativa de Celeste Ng, torna en un libro excelente, lleno de emociones, de medias verdades, de personajes realistas con sus respectivas mochilas en tonos grises.

La obra se ubica en una pequeña ciudad de Ohio, EE.UU., en los años 70 del s. XX. Un lugar y una época que sirven de marco perfecto para los prejuicios que Celeste Ng desarrolla a lo largo de la novela y que son un contexto sin el cual no se entendería la historia de la familia Lee.

Nos encontramos, sin duda, ante un drama familiar con una fascinante dimensión humana. La autora, Celeste Ng, plasma en su debut literario una historia emotiva que, con ciertos componentes autobiográficos, la convierten en una magnífica recomendación literaria.

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